sábado, 10 de agosto de 2013

Amor en Desencuentro... Capitulo 48








-          Hey you – Rochi se sentó en la fría hierva junto a la lapida, acarició el frío mármol con el nombre de Lali y suspiró. – ha pasado mucho ¿sabes?

“Pasó lo que pensé que nunca pasaría. Me enamoré,  me enamoré del hombre más increíble, más a puesto, más inteligente y amoroso que jamás conocí. ¿Puedes creerlo? ¡Yo Rocío Igarzabal estoy jodidamente enamorada!. Te juro que si pudieras verme no me creerías. Pero él es, él es lo que nunca quise hasta que lo encontré. – Rochi se recostó en la hierba - ¿Recuerdas cuando llegabas con esas bobadas del príncipe azul y yo no te creía?, pues sigo sin creerte porque mi príncipe no es azul, si fuera azul sería un pitufo. Mi príncipe es de carne y hueso, es un hombre real de increíble cabello rubio, rubio natural eh, e increíbles ojos verdes esmeralda. ¿Me estás escuchando? ¡Estoy enamorada Diablos!
El semblante de Rochi se ensombreció un poco.
“  - Por cierto, el imbécil de tu marido como siempre no me deja ser feliz, aunque últimamente se ha moderado. Anda raro, no sé qué le pasa. Tú no tendrás algo que ver ¿cierto?. Como sea. Tengo que terminar con la fantochada de este matrimonio para poder estar junto a Gastón. Pero me da miedo La. Tengo miedo de Pablo y lo que pueda hacer si decido dejarlo.
Huir no es una opción, he huido toda mi vida y estoy harta de eso, debo cerrar este ciclo para poder ser feliz de una vez por todas. Ser feliz por mí, por ti, por Gastón. Necesito ser feliz Lali, por todo lo que nos arrebataron. Pero para eso debo dejar al bastardo de tu ex marido y temo lo que pueda hacer. Todavía tiene las malditas fotos, aunque, te cuento que mi Gastu es abogado y está… no sé qué está haciendo pero va a ayudarme a separarme de Pablo. ¿Ves? Mi hombre si es un hombre de trabajo. Es un cheto de ciudad, de esos de traje de etiqueta, pero es lo de menos.
Espero que consiga algo y me saque de aquí. Me lleve lejos para poder ser felices juntos, aunque si te soy sincera, a veces lo veo tan difícil, con Pablo, con Daniela, un futuro juntos se antoja tan lejano. Y ahora La…
Rochi se sentó y acarició el nombre con cariño.
-          Ahora estoy tan asustada, no sabes lo que te necesito. Yo… yo tengo un retraso y… Wacha, ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Cómo no fuiste capaz de decirme que estabas embarazada de Peter estando casada con Pablo? Tuve que enterarme por Peter y él, él te ama, no ha dejado de hacerlo.  Esa me la debes, y te juro que cuando nos reunamos de nuevo, en algún mundo, voy a patearte el trasero por no habérmelo dicho. Pero ahora sí, a lo que vine.
Te decía que estoy asustada porque… Porque tengo un atraso y… a mí nunca me vienen atrasos yo… yo estuve con Gastón y fue el momento más feliz de mi vida. Pero estoy asustada, aunque ser madre es la cosa más hermosa que me pueda pasar, no puedo estar embarazada ahora que mi vida es tan incierta. Me hice la prueba pero… pero no la he revisado porque… bien, soy una cobarde y te necesitaba. Espero que desde donde sea que estés me ayudes ahora porque estoy cag*da de miedo. Esto lo vamos a hacer juntas.”

Rocío se puso en pie y sacó la pequeña prueba, la sostuvo en su mano y cerró los ojos.
-          Muy bien La, a la cuenta de tres… 1-2-3.

Rocío abrió los ojos y estudió el objeto en sus manos.

-          Deberían encerrarte en un loquero por hablar sola – se rió una voz a sus espaldas.
Rocío dio un brinco y se giró para mirar a Gastón caminar sonriente hacia ella. Lo más rápido que pudo colocó la prueba a su espalda pero fue un movimiento que él notó.
-          ¿Qué escondes allí rubia hermosa?

Rocío retrocedió un paso.
-          Nada.
-          ¿Nada? Eso no se ve como “nada”.

Antes de que Rocío pudiera correr Gastón la alcanzó y le quitó el objeto de la mano con una sonrisa que se borró en el momento que vio lo que era.


      
El sonido de los golpes no cesaba y Peter corrió a la puerta entre bostezos y tropezones. Miró el reloj sobre la meseta y se preguntó quién rayos tocaba su puerta a esa hora.

-          Peter por favor ábreme – la voz cantarina de Lali sonaba angustiada y Peter casi voló hasta la puerta para abrirle.

La pequeña y frágil figura de Lali estaba parada en el porche del joven con una enorme capa encima que le cubría el rostro y todo su cuerpo. Al verla Peter quiso estrecharla entre sus brazos pero se contuvo al recordar que ella era ahora una mujer casada y se limitó a dejarla pasar.
-          ¿te encuentras bien?, Por favor siéntate, ¿te traigo algo de beber? – Lali lo miró tras la capucha de su capa.
-          No Peter no necesito nada de eso.
Él la miró allí parada frente a él y la sintió un ángel perdido, hermoso y triste.
-          ¿Qué se te ofrece Lali? es la una de la madrugada tiene que ser algo urgente.
-          Lo es – Lali se quitó la capucha de la cabeza y lo miró con sus hechizantes ojos negros – te necesito hoy.
Peter dio un paso hacia ella.
-          Lo que necesites, lo que quieras, solo dime y te lo daré.

Lali lo miró con ojos perdidos, con sueños rotos, con fantasías de mujer hechas trizas.

-          Te necesito a ti – caminó hasta él con la mirada vidriosa – necesito que me ames como solo tú sabes hacerlo. Necesito que me enseñes lo que es amor.
Peter la miró con terror y admiración en la mirada.
-          Lali ¿Que me estás pidiendo?, es de madrugada tu…
-          Te pido que te olvides del mundo, olvídate de todo lo que te rodea y ámame.
-          Te amo. – susurró él.
-          Entonces tócame y demuéstralo.

Él cerró los ojos.
-          Lali, no sabes lo que me estás pidiendo, yo no puedo hacerte esto.
-          Peter – Lali tomó su rostro entre sus manos y lo hizo mirarla – estoy aquí parada frente a ti consiente y segura de lo que quiero pidiéndote que te la juegues.
-          Estás casada. – susurró él.
Ella cerró los ojos y sus pequeñas manos cayeron para convertirse en puños a sus costados.
-          ¿y crees que no lo sé?
-          ¿entonces qué haces aquí?
Ella lo miró con una llamarada de algo peligroso quemando en sus ojos.
-          Esto hago – y sin más lo beso.
Fue el beso más dulce que Peter hubiera probado nunca. Cálido y fogoso. Fue la clase de beso que te hace olvidarte de tu propio nombre. Fue la clase de beso que grita perdición.
Él no supo el momento, ni le importó, en que llegaron a su cuarto. Él no supo el momento, ni le importó, en que sus manos arrancaron la ropa de la joven y ella hizo lo mismo con la suya.
No había principio, no había final entre esos dos cuerpo entrelazados.
Peter besó cada centímetro del cuerpo de ella y sonrió al escucharla gemir de placer. Amó la forma en que el hermoso y flexible cuerpo de ella se sintió bajo el suyo. En un segundo su espalda chocó contra la cama y ella lo miró desde arriba como una antigua diosa de la pasión con sus cabellos despeinados y sus labios hinchados por sus besos. - Era glorioso – pensó al verla moverse sobre él.   
Lali lo miró como solo una mujer plena puede mirar y se unió a él como solo  dos almas, atreves del cuerpo, pueden hacerlo.
El tiempo y el espacio desaparecieron mientras ambos bailaban una danza tan antigua como el tiempo y se profesaban amores distintos sin palabras.
Peter y Lali esa noche se volvieron cómplices, amantes y almas gemelas en tiempos equivocados.   
  Peter estrelló el vaso de brandi contra la pared más cercana y miró de nuevo el maldito papel en su mano, llevaba más tiempo del que pensaba allí sentado torturándose con recuerdos.

-          Maldita mujer – gritó para sí – Maldita bruja que me prohibió amar a alguien más. – cayó al suelo de rodillas junto a sus recuerdos y su botella de alcohol – Maldita seas.  

3 comentarios:

  1. que leeeendo la rubia embarazada! me encanto que a "compartirlo" con Lali y a descubrirlo ahi con ella, fue muy tierno!

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  2. Me dejas super intrigada siempre. Necesito saber si Rocio esta o no embarazada y ahora tengo que esperar màs tiempo :'(

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  3. Me encantaaa!!!! NO PUEDE ESTAR TAN BUENA ESTA NOVE POR DIOSSSS

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