LLega el final.
Rocío
abrió los ojos lentamente y sintió como su cabeza retumbaba, el dolor era
punzante y opresivo. Sus músculos se sentían cansados y agarrotados. Todo daba
vueltas a su alrededor.
Por
un momento le costó mantenerse despierta, luego sus sentidos fueron poco a poco
despertando y todo volvió lentamente a su mente.
Rocío
se levantó aterrada solo para descubrir que sus manos estaban atadas y un miedo
aplastante la llenó.
“Pablo” Rocío susurró su nombre en voz baja mientras
recordaba que había entrado en la casa buscándolo y la había encontrado vacía,
había caminado hasta su despacho y una mano se había cernido sobre ella
envolviéndola en un olor amargo, luego todo se había vuelto oscuro.
Ahora
estaba atada a la cama por las muñecas y todo estaba oscuro a su alrededor, se obligó
a si misma a calmarse y respirar.
Como
había llegado allí??
Reconoció
la cama donde se encontraba, había dormido en ella noches infinitas y se sentía
igual de prisionera que en esas ocasiones.
Tiró
con todas sus fuerzas de sus ataduras hasta que las muñecas le ardieron.
Una
risa baja la hizo detenerse, Rocío miro en la oscuridad y esperó a que sus ojos
se acomodaran. La silueta de Pablo estaba recostada de la puerta y sus ojos la
recorrieron.
El
miedo se intensificó
-
Te das cuenta que estábamos
destinados a vivir este momento, cierto??
Ella
lo miro sin comprender.
-
De que rayos estás hablando??
El
fulminó con la mirada.
-
Sabes perfectamente de lo que
hablo, siempre lo has sabido; cada rechazo, cada ida y vuelta, siempre
impulsándome al borde, ahora lo sé, es por mí.
-
Pablo de que mierd* fumaste?? No!! Que rayos pasa por tu mente??
Me quiero ir, Diablos!! Suéltame!!
-
No – él llegó junto a la cama en
tres zancadas – ahora eres mía como nunca lo fuiste.
-
Cierto, muy cierto, no fui tuya, no
soy tuya y no lo seré nunca, Maldita sea déjame en paz – Gritó desesperada.
Pablo
tiró de ella hasta que sus ataduras se incrustaron dolorosamente en su piel.
-
Tú lo sabes Rocío, tú y Mariana
siempre lo supieron.
-
Yo sabía que eres un monstruo –
rugió ella – solo sé que mataste a mi hermana y luego te encargaste de hacer mi
vida miserable. Tú, bastardo inútil, no has hecho más que daño.
-
Yo te hubiera cuidado – respondió
el con una voz suave que a Rocío le crespo los nervios – yo te hubiera dado
todo si me hubiera elegido, si me hubieras abierto tu corazón.
-
Jamás le habría abierto mi corazón
a un asesino.
La
risa de Pablo resonó en la habitación.
-
Eso es hipocresía querida Rocío,
sobre todo viniendo de ti.
-
Yo me defendía – susurró ella con
los dientes apretados – el intentó matarme y yo me defendí – lo miró con odio –
era matar o morir.
Pablo
se encogió de hombros.
-
Es una linda historia y si te
permite dormir de noche, bien por ti, pero yo no hablo de él, yo hablo de ella.
Rocío
lo miró sin tender.
-
Ella??
Él
rió.
-
Si Rocío, ella… Mariana.
Rocío
se encogió en la cama.
-
De que hablas – susurró – yo no maté
a Mariana, ese fuiste tú bastardo engreído.
-
Oh cariño, eras su mejor amiga, y
no pudiste verlo??
-
No te atrevas a mancar mi amistad
con tus malditas demencias. Y no vuelvas a llamarme cariño.
Pablo
tomó su mano y ella inmediatamente se soltó de su agarre.
-
Solo estoy intentando que veas la
verdad.
Rocío
no respondió
-
Sabes de que murió?? – insistió él.
-
Tú la mataste.
Pablo
sonrió.
-
Sabes cómo murió.
-
Cayó por las escaleras.
El
rió más fuerte.
-
Como puedes estar tan ciega??
-
Como puedes estar tan demente??
-
No es demencia querida Rocío, es
amor.
-
Tu no reconocerías el amor ni
aunque te pegara un tiro.
La
carcajada de Pablo irritó a Rocío.
-
Oh cariño yo diría que el amor hizo más que dispararme, es
por eso que estamos aquí.
-
Estamos aquí porque eres un maldito
psicópata demente – habló ella con voz serena, serenidad que no sentía.
-
Estamos aquí porque Mariana así lo
quería. Que no lo ves?? Por eso es que ella está muerta!
“-
Mariana estaba enferma cuando murió, pero lo que realmente la mató fue el saber
que yo jamás la amaría. – Pablo acarició el cabello de Rocío con manos
temblorosas y una mirada desequilibrada – sabes porque nunca pude amarla??”
Ella
lo miro sintiendo que no podía seguir oyendo, sintiendo como sus ojos se
llenaban de lágrimas.
“
– Jamás la ame porque te amaba a ti – Rocío soltó un sollozo – te amaba a ti y
ella lo sabía, lo supo siempre, y eso la mató. Ella murió porque no quiso
seguir luchando por su vida, no quiso luchar por el amor que su mejor amiga, le
había arrebatado. Simplemente no quiso seguir viviendo al darse cuenta que yo
te amaba a ti – Pablo se acercó a su oído y susurró – Tú la mataste, tú le
quitaste lo que más quería, y ella murió odiándote.”
Las
palabras se cerraron sobre ella como látigos, hirientes que hicieron llorar
hasta el fondo de su alma.
Eso
no era verdad, no podía ser verdad, Pablo mentía. Mariana, su Mariana no podía
haberse rendido, no así. Ella era una luchadora, era una valiente.
-
Lloras porque sabes que digo la
verdad.
-
Lloro porque veo como su amor por
ti la dejó sin vida.
-
No fui yo la última persona en
quien pensó antes de morir. No fue mi nombre el que susurró antes de dejar este
mundo.
-
Para!! – el grito de ella sonó
desgarrador.
-
Ahora lo ves.
-
Lo único que veo – respondió ella
con sollozos descontrolados - es que tú
la mataste y yo no estuve para detenerlo.
No estuve para salvarla.
Pablo
negó lentamente como si ella fuera una niña pequeña a la que había que
explicarle todo lentamente.
-
Justamente ese es mi punto. Ella no
quería ser salvada. Ella sabía que esa era la única manera, si ella moría tú y
yo podríamos estar juntos. Maldita sea ella se sacrificó por ti, por nuestro
amor y tú lo desperdicias. Ella murió para hacerse a un lado y tú no lo valoras
– su voz había subido.
Rocío
lo miro como si le hubieran metido un puñetazo.
“Hasta
donde llegaban los delirios de Pablo?? Debía salir de allí!!
Respirando
lentamente se obligó a si misma a respirar profundo y buscar una salida. Pablo
estaba psicóticamente enfermo, y lo mejor era seguirle la corriente hasta
descubrir una manera de escapar.
-
Lo valoro – suspiró – ahora lo veo,
ella murió porque quería que estuviéramos juntos. – su voz lenta.
-
Si!! – Pablo la miro eufórico –
exacto.
-
Porque no lo vi antes – dijo ella
más para sí misma que para él.
-
No te sientas mal – Pablo se sentó
junto a ella y acarició su rostro – estaba cegada por la pérdida de tu amiga y
luego el imbécil de Gastón se interpuso y te confundió.
Rocío
sintió como el estómago le daba un vuelco con la mención de su nombre y evito
con todas sus fuerzas demostrar alguna reacción.
-
Pablo – lo llamó dulcemente – por
favor suéltame.
Él
la miro desconfiando.
-
No creo que sea lo más seguro
cariño.
-
Basta Pablo, termina con este
juego, las ataduras me duelen, no tengo a donde ir y de todas formas crees que
me negaría a aceptar lo que mi hermana me dejó con su sacrificio??
Pablo la
miro completamente desconfiado y lentamente sacó de su bolsillo trasero las
llaves de las esposas que soltó una a una.
Rocío se
masaje las muñecas doloridas y miro a su alrededor buscando la forma y el
momento perfecto para escapar.
Lentamente
se puso en pie y se sostuvo de la pared al sentirse mareada. Un par de brazos
la sostuvieron por la cintura y Rocío luchó con todas sus fuerzas para no salir
corriendo lejos del contacto de Pablo.
-
Te sientes bien?? – preguntó el con
la voz melosa.
Ella
asintió con la cabeza.
-
Solo algo mareada y me está
comenzando un dolor de cabeza.
Él
la ayudó a sentarse en el borde de la cama y la miro a los ojos.
-
Eres tan linda, no sabes lo que he
soñado este momento, que me veas y te das cuenta que estamos destinados a estar
juntos, que veas lo mucho que te amo y sientas que también me amas. Mariana lo
sabía y por eso decidió hacerse a un lado.
Antes
de que ella pudiera hacer algo él la beso haciendo que sus ojos se llenaran de
lágrimas y repugnancia.
Rocío
hizo una mueca de dolor y se apartó.
-
Qué ocurre?? – preguntó él
confundido.
-
El dolor de cabeza viene en aumento
– se disculpó ella.
Él la dejó un momento y caminó hacia el otro
lado de la habitación.
Ella
lo miro tomar su bolso y rebuscar en él.
-
Yo no tengo pastillas para el dolor
de cabeza. – dijo masajeando su cien cuando lo vio tensarse, todos los músculos
de su espalda se contrajeron su cara era una máscara. – qué ocurre?? – preguntó
ella.
Pablo
tardó en mirarla, y cuando lo hizo una oleada de terror la recorrió.
En
dos zancadas estuvo junto a ella y tomándola del pelo la lanzó al suelo.
Rocío
sintió un dolor desgarrador cuando su cabeza impactó el piso.
-
Tú!! Maldita Zorra!! – Rocío sintió
un bofetón en la cara – cómo pudiste??
Él
lanzó otro golpe y ella se cubrió con los brazos.
-
De que estas hablando?? – intentó
levantarse pero el de un empujón la lanzó al suelo de nuevo.
-
De esto – Pablo sostuvo la prueba
de embarazo que había encontrado en el bolso de ella, la prueba que Peter le había
recomendado y ella había comprado antes de dirigirse a la casa de Pablo. – Estas
embarazada. – la tomó del brazo y la hizo ponerse de pie – Mentirosa, dices
amarme y llevas el hijo de otro en el vientre.
“Jamás
he dicho que te amo” Gritó ella en su
cabeza y se limitó a decir:
-
No lo sé todavía, no me he hecho la
prueba.
Los
ojos de él relampaguearon.
-
Bien pues vas a hacértela ahora.
Apretando
su agarre tiró de ella y la arrastro hasta el baño.
Rocío
cayó contra las baldosas del piso y sollozo en silencio. Así no quería que
pasara, quería descubrirlo junto a Gastón con ilusión.
Como
pudo se levantó y lo miro apoyado en la puerta.
-
Vamos, hazlo. –
Ella
se mordió el interior de la mejilla.
-
No puedo hacerlo contigo aquí, dame
un minuto.
El
pareció pensarlo y luego la tomó por el mentón. Le dejaría marcas ella podía sentirlo.
-
Si haces algo estúpido te lo haré
pagar – la beso haciéndole daño y la soltó de un empujón antes de salir y
cerrar la puerta tras él.
Rocío
se derrumbó en silencio, buscó desesperada algún modo de escapar. No lo había, debía
obedecer a Pablo e intentar sobrevivir.
Siguiendo
las instrucciones de la caja hizo todo y esperó.
La
puerta se abrió de repente y Pablo entró por ella como una furia.
Antes
de que ella se diera cuenta él le tapó la boca y la arrastró fuera.
Todos
sus músculos se tensaron cuando escuchó la voz de Gastón llamando a Pablo en la
parte de abajo.
Él
estaba allí, la había encontrado, había llegado allí para rescatarla.
Debía
ayudarlo, debía hacerle notar que estaba allí.
Pero
qué??
-
Si dices algo él muere y lo que sea
que llevas en vientre también, me aseguraré de ello. – Dijo Pablo con voz mordaz.
Ella
asintió.
…
Gastón
esperó con la respiración atorada en la garganta. El carro de Rocío estaba
afuera. Ella estaba allí, lo sabía, solo debía encontrarla.
Recorrió
el piso inferior y se pasó las manos por el pelo frustrado al no encontrar ni a
Rocío ni a Pablo. Diablos!! A donde había
ido?? Rocío dónde estás??
Cada vez más frenético subió las escaleras de
dos en dos y abrió la puerta del dormitorio principal de una patada. Nada. Maldición!!
Su
pulso se aceleró al encontrar el bolso de Rocío en el piso.
Rocío
que hiciste??
Abrió
la puerta del baño y ahogó una exclamación había gotas de sangre en el piso. De
ella?? De él??
Salió
corriendo del cuarto y estudió su alrededor.
Debían
estar allí pero dónde??
Un
golpe sordo sonó sobre su cabeza. El ático. Un grito, una voz de mujer.
Rocío
resiste.
Donde
mierdas estaba la entrada del ático??
Buscó
desesperado mientras su corazón rebotaba en su pecho cada vez que escuchaba un
golpe o un gemido de dolor.
La
encontró en el momento en que los golpes cesaban.
Subió
corriendo las escaleras y se detuvo al ver la escena.
Pablo
se dio la vuelta lentamente con lágrimas en los ojos.
-
Ella es igual a Mariana, ella se rindió
como Mariana – Gastón lo miro sin entender y luego su corazón dejó de latir al
ver el cuerpo inmóvil tras él.
-
Que hiciste?? – susurró y corrió empujándolo
para llegar a ella.
Inmóvil
y fría. No se movía, no respiraba, se había rendido.

LA PUTA MADREEEEEE :O
ResponderEliminarNoooooooooooooo!!!.. por favor que no mueraaa!!:. Pablo hdp!!
ResponderEliminarpor favor que nop mueraaaaaaaaaa nooooo no puedeee serrr diosss nose si podre esperar queda mucho para el proximo dia q subas? OJALA ESPERO Q NOOO me encanta esta novelaaa no quiero q acabeeee
ResponderEliminarNOOOOOOOOO!!!!!!! No puede morir :'(
ResponderEliminarNo no puede morir NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
ResponderEliminarnonononoonononono que noo la mate porfavor!!!
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